Mientras injurias te miraría los ojos

Si estuvieras de mí cerca te diría, dame tu mano,
tengo preguntas sin respuesta para ti hermano.
¿Acaso amigo no puedes ser pacifico sin desidia?
¿Porque tal vez tu corazón está lleno de envidia?
Saque palabras clara de tu oscuro sentimiento
demostrando humildad con real arrepentimiento.
Avasallar a personas desconocidas no tiene razón,
aprendas a luchar contra tu ángel soez con tesón.
Tal vez insultas por diversión con aire risueño,
de la maldad que germinas tú eres el dueño.
Yo nunca enarbolo bandera diciendo; soy poeta
y así también jamás para nadie seré, falso profeta.
Empecé andar el mundo solamente con lo puesto,
aprendí a respetar mi semejante sin ningún libreto.
Sin cuaderno ni lápiz llegué a ser primer alumno,
a media hablo el español, entonces dejé mi rebuzno.
Y ustedes que tal vez tuvieron todos desde principio
tratan de ofender al que camina descalzo por ripio.
Hermano que injurias; dando rienda suelta a tus antojos,
deseo tenerte cerca y al insultarme mirarte, a los ojos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina