Miro a los costados, veo tu cintura que se ensancha, capullo indisoluble, crecimiento demográfico en el cautiverio de una realidad que nos oprime. Pareces otra, tu mirada, tu imagen, hasta tu violencia en la lucha, merece ser cambiada por el versar de un ruiseñor etéreo, te miro hoy, desde tanta lejanía absurda, desde tanto dolor de haber sido, y tanta pasión de parecer ser, solo atino a descubrirte entre tanta nostalgia vertiginosa, y el azar absoluto del amor que floreció cuando todo era adolescencia y picardía. Te miro desnuda, en la concepción de la mujer pura y cristalina, tu otra faz, tu otro espejo, veo tu cintura ensanchada, sueño con tu ombligo de algodones y paciencias, callo tu muerte, obligo a no saber el delirio de una verdad, que aún oculta, trasciende los umbrales de los muros y deja caer una purpurina de recuerdos... Miro a los costados, veo al niño que pudo ser, vestido con tu sangre, a modo de instantánea, el humo de una recámara que mató tal vez, la duda eterna de mi vida.
Hola Dany... te busqué hasta encontrarte... presentà que me esperaba un poema en letras rojas. Aquà estoy, escuchándote a través de las palabras, las pantallas, los cables, las ideas. Tomo tus manos en las mÃas, y solo te dejo sentir mi cariño mientras elaborás este 'duelo'... Te amo.