Como una piedra incandescente
recorres mi cuerpo,
te apoderas de mi mente,
filosa espina punzándome el corazón,
te advierto en mi piel, en mi olfato,
te siento en la sombra de la luna,
en los rayos del sol sobre mi cara.
Por mis venas hinchadas,
navegas mi alma y te aferras,
de las arterias que nublan la razón,
ya, sin fuerzas me tiendo,
atado a este amor que quema,
que lastima, y no encuentro,
el camino de tus labios, de tus besos.
En tu recuerdo, me baño,
de tu aliento me nutro,
en tu voz me aferro y no caigo,
en ese abismo de soledad
por no tenerte, lucho y no caigo,
caigo y me ahogan las lágrimas
en el inmenso mar de tu amor.
Hoy mi boca encontrará la tuya
y bailará su balada más romántica,
en potente tormenta, mis manos
estremecerán tu cuerpo y tu alma,
mis palabras quedarán ciegas,
y en el coro de mil flores,
sentirás cuanto te amo......