Navegaba en la mar,
capitán de un bote a la deriva,
y en la espesura de la niebla que todo cubría,
atravesando la nube que el agua palpaba,
apareció tu barca de la nada.
Intenté echarle un cabo
para navegar junto a ella,
pero mis fuerzas me fallaron,
y la cuerda apenas rozó
la madera de su casco.
Noche tras noche,pensaba
¿qué habría pasado si ese cabo
a tu barca se hubiera amarrado?
Pasaron los años
y ventura de mi,aquel día,
en la inmensidad del océano,
horizonte cristalino y trasparente,
divisé tu hermosa barca
entre el oleaje permanente.
Se acercaba,lentamente,
y dentro de mi sentía
que aquella vez
mis fuerzas no flaquearían.
Con rabia contenida,
lanzé el cabo al aire,
silbando el viento,
lo encontraron tus manos vacías.
Y ahora sólo te pido,amada mía,
llévame contigo en tu larga travesía,
quiero surcar el azul de los mares
y conocer el amor,
secreto y anhelo de los mortales.
El oportuno destino…Precioso poema. En el transcurso de la vida uno llega a conocer y a olvidar a muchas personas. Pocos pasan la criba del tiempo. Pero están los que no sabes porque, y una y otra vez aparecen en tu vida, en este caso, igual es el momento en el que el universo conspira para que todo se dé. Me ha encantado Mariel