Niña errante

Niña errante que de corazón a corazón saltas
dejando en cada uno parte de ti misma
en todos paras y a todos asistes,
sembrando la semilla de la flor
que naciendo llevas en tu alma.
Semillero de amor y de ilusiones
tierra fértil de la vida
caudal inmenso de alegría
mar de fantasías.
No pierdas nunca la luz que llevas dentro
que ilumina de gozo tu semblante,
no pierdas nunca las ganas por la vida
vive cada momento y sus instantes.
Creías que de ti no me acordaba
que por mi vida ibas pasando de puntillas
que no paraba ni un momento en recordarte:
que has sido la única voz
en responderme muchas tardes.
Gracias por creerme y seguirme en mi delirio
gracias por sentirme tan cercano
gracias por no verme tan orate
gracias por acompañarme, en mil paseos en la tarde.