Cuido de ti
simplemente buscando
la magia de tu correspondencia,
peregrino indisoluble
tras lo muros de mi cárcel,
allí, donde cada rasguño
de vida es un poco parte
de mi sangre.
Me arrebato sin distancias,
porque tenerlas,
sería un poco alargar
agonías innecesarias,
tal vez quieras entenderme,
o quizás no,
solo lo imagino dentro
de cada palabra
que riegas en las
acefalías de mi alma.
Mi alma!...mi alma
padece de insuficiencias
tales, que no permite
captar los hilos
de mis tristezas,
y asi, permeable,
indefendible, sin cáscaras
que desmenuzar,
me atrevo a consolarte,
yo! que necesito tanto
de un consuelo
que hasta me miento
para salvar un poco
de las culpas que me agreden!