Niña de cabellos castaños,
Niña de cabellera negra,
niña de piel clara,
niña de piel trigueña.
Ojos pardos,
ojos negros,
fresca sonrisa de montaña,
vientos de actitud serena,
Luz de sol, penumbra de luna lleva
fuego de amor, que se aviva.
Noche en tu mirada,
miel en la alborada,
Tienen sonrisas de sol,
y sus manitas trigueñas,
tomadas a las de piel blanca,
son caricias de mi tierra.
Niñas de mi existencia,
Cuando un día se vayan,
¿Quién velará sus sueños?
¿Quién desrizará sus cabellos?
Mujercitas de mi vida,
¿Quién les dará los besos,
al despertar en las mañanas?
¿Quién abrigarás sus cuerpos,
cuando el frío arrecie en la madrugada?
Ya aparecerá el amor
y mil secretos descubrirá el sendero,
aquellos que el tiempo ha reservado,
en su magia infinita, tendrá develado
la experiencia y el conocimiento.
Niña de piel blanca y ojos pardos,
Niña de piel trigueña, de ojos negros,
hermanas nacieron en tiempos distantes,
el amor les une, en tiempo presente.
Niñas de mis sueños, el mundo recorrerán,
por caminos diferentes,
el viento será tierno canto de esperanza,
enlace de su añoranza.
Mujercitas de mi vida,
algún día cercano, de mi lado se irán
algún día a este mundo no regresaré,
cuando se vean en sus ojos,
el negro y el pardo
en sus cabellos el negro y y el castaño,
unan sus manos,
como hermanas compartan sus sueños.