Es tan deliciosa, grata, complaciente,
dulce, refinada, sabrosa, lozana,
como voluptuosa madura manzana
de las que se antoja clavarles el diente.
Exquisita, dúctil, jocunda, turgente,
fresca como brisa del alba temprana.
Tanto más ardiente cuanto más cercana,
tanto más cercana cuanto más ardiente.
Un manjar de dioses tan satisfactorio
que cuando sus labios a besar me ofrece
cierro bien los ojos, pierdo la conciencia,
siento que la gloria ya me pertenece.
Es de los placeres todo un repertorio,
un manual de dicha, la más alta ciencia.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
Belleza y pasión en tus letras... Me encantó leerte amigo Siempre felicidades para ti poeta Un abrazo campanilla