A veces la nostalgia,
quiere apoderarse de mí,
llega hasta mis entrañas,
quiere quedarse ahí...
No le doy cabida,
aunque insistente se niega,
le señalo la salida,
me dice que no llega,
y es cuando recurro,
a mi deseo más fuerte,
a mi sueño más profundo.
Respiro el aliento del aire,
me relajo en mí misma,
me digo que no hay nadie,
que me enseñe la salida...
Un velero en Ultramar,
me espera para partir,
pero... ¿cómo llegar?
si el mar está ahí,
inmenso, profundo,
imponente ante mí...
Y esa luna,
que parece una muralla,
poderosa y resistente,
fuerte como ninguna,
por momentos le doy batalla,
y en otros, me anula...
Pero el velero sigue esperando por mí,
venzo los obstáculos de mi mundo interior,
emerjo de la nada, me dispongo a salir,
quito el peso de mi espalda, ¡amor!
¡Quiero llegar a ti!
Elsa Fariña
08/01/2004