Mi primera comunión, también fué
mi primera ilusión
Betty, la niña más bella de la clase
estaba allí,
en cuerpo presente
muy junto a mí,
la torta fué como todas las tortas,
el desayuno como todos los desayunos,
la diferencia era ella;
lo más triste, ella no lo sabía,
ese día mi coranzoncito
que estaba camino a convertirse en algo más
que el organo encargado de mantenernos en pié
acababa de sentir el primero de muchos, flechazo,
un momento sublime, aúnque el otro no lo sepa,
sé es feliz así;
aúnque para amarse se necesitan dos
creo que el momento más feliz de nuestras vidas
es cuando amamos esa primera vez, solos,
el amor es tan sublime, tan limpio, tan puro
que la única forma de contaminarlo
es permitirle a una segunda persona ser parte de él.