Virgo

Me distraigo observando tu cuerpo en muda y sedada contemplación
Como ante un desconocido paisaje en su imprevisto comparecimiento
Me desconcierta vislumbrar la desnudez larvaria de tu lozano cuerpo
Y apetezco deambular todo menesteroso por su accidentada geografía
Me veo abstraído por la probablidad de explorar algunas de sus grutas
Y en un distraimiento tuyo sumergirme en el manantial de tus deseos
O extraviarme a propósito en el bosque virgen que celosamente atesoras
Hilvano un luengo coloquio donde solo hablen nuestros mudos labios
Me veo estupefacto, anonadado, estoy pensando en neófitas caricias
Y tú mientras tanto, te solazas en el ardoroso sonrojo de mi turbación
Me dejo subyugar por la brisa que acaricia y se arremolina en tus pestañas
Tendidos en la mullida grama que arrellana nuestros mancebos cuerpos
Te admiro de reojo y parece que te circunda un halo de luz levitante
Me seduces, porque atesora tu cuerpo el poder de la madre naturaleza
Y cuando exculpadamente sonríes al irme acercando pausadamente
Mientras el sol ya en occidente nos desdibuja con sus exiguos rayos
Y nos vamos abochornando de la placidéz arrobadora y mustia de la tarde
Ora, es cuando logro rasgar el maravilloso encanto de tu impenetrable hechizo