Compungido llego,
Con mi corazón desolado,
Cual soldado derrotado,
En batalla demencial,
Conservando algo especial
Que aún no he perdido,
El valor de enfrentar todo,
Lo mal o bien vivido.
Por ello con altura digo,
A quienes me recuerdan,
Que mis manos aún tiemblan,
Por causa de lo sufrido,
Más la razón se doblega
Al sentimiento que tengo,
Y dedico mi pensamiento
A los escritores queridos.
A pesar que a mi retorno
Observo críticas funestas,
Sin entender el porque
De no hacer una fiesta,
Cuando un poeta delira,
Se defenestra lo que se mira,
Sin ver el mensaje interno,
Para entender clara poesía,
Se debe leer con sentimiento,
Jamás es mancha la del lienzo,
Aquella que el óleo dejo impresa,
Sólo es parte del paisaje,
Que con amor pinto el artista.