Entre las olas furiosas
Brillan, alegres, las aguas,
Blancas porque son espuma,
Si no un reflejo del alba, Porque es la aurora una yegua
Que se encabrita y que salta
Sobre un lejano horizonte
Y sobre costas lejanas, Costas que no ven los ojos,
Que no alcanzan las miradas,
Pero todos conocemos
Por la voz de la palabra, Que las tiene conocidas
El pesquero que la entraña
Roba al mar que se enfurece
Frente a las playas de Luarca. No hay ventura, si no quiere,
Ser la ventura la llama
Que viejos mares aviva
Y que protesta en las calas, Pues suelen ser agresivas
Las olas contra las barcas,
Las barcas contra los vientos,
Los vientos contra las caras Del aguerrido marino
Que pesca en aguas lejanas,
Rey del imperio que tiene
Y del salitre en sus barbas, Pensando en llegar a puerto,
Donde, seguras, las lanchas,
Esperan otra aventura
Frente a las playas de Luarca.