Dos bocas hambrientas...

Paseando en la noche oscura
Me vine a encontrar con dos vampiros
Venían en mi busca no cabía duda
Venían a sacar mi último suspiro
Entonces algo sucedió
Comenzaron a pelear entre ellos
Una batalla sangrienta se desato
Solo alcanzaba a divisar sus largos cabellos
Los dos querían adueñarse de mi cuerpo
Lucharon como dos salvajes por mí
Mi cuerpo dejo de moverse se quedo quieto
Para no despertar más su deseo por mí
Saltaban de un lado para otro
Incluso pude ver alguna dentellada
El terror se apodero de mí poco a poco
Por miedo a ser succionada
Sentía miedo pero también deseo
Dos fieras enfurecidas peleaban por mí
Poco a poco desaparecía ese miedo
Incluso deseaba que me mordieran a mí
Después de una lucha infernal
Uno de ellos fue batido cayendo al suelo
Ahora llegaba mi final
Pero yo ya no sentía miedo
Se acerco a mí lentamente
Olfateo mi cuerpo como un animal
Algo extraño pasaba por mi mente
Pues deseaba sentir el contacto carnal
Esa fiera enfurecida se convirtió en dulzura
Acariciando mi rostro con tiernas caricias
Pude ver su mirada penetrante y pura
Pude sentir que todo se convertía en delicias
Lentamente aparto del cuello mi cabello
Para poder dejar al descubierto lo que mas deseaba
Sus colmillos atravesaron mi piel sintiendo algo bello
Era todo dulzura ver su tierna mirada
Fue el momento más dulce de mi vida
Poder ver el dulce rostro de mi verdugo
Me sentía obligada a no poder ver la luz del día
Pero me sentía plena en mi mundo oscuro
Me convirtió en la dueña de la oscuridad
Me condeno a vagar como alma en pena
Solo la sangre era mi mayor necesidad
Vivir acechando en la noche era mi condena
Condena que viviré eternamente a su lado
Brindar cada noche con sangre ardiente
De algún pobre mortal descarriado
Que en algún momento quiso ser valiente…