To.da una noche

Las miradas se unieron tras el amanecer,
en que las manos temblaron,
buscando las caricias,
que nos se entrelazaron;
haciendonos buscar,
lo que ayer nos habían quitado,
tan solo por evitar las miradas
que nos ayudaron a encontrarnos,
en el deseo, que nos encendio,
cuando las canpanadas de medianoche,
nos anunciaban,
que los deseos hecho carne,
arderían hasta que nos deshacieramos,
de tanto amarnos.