Me creí dueña de mis fantasías,
de los sueños que habitaban en mis noches,
de la canción que acariciaba mi alma,
de música, su melodía, de su mensaje.
En ellos te regalaba mis sonrisas,
quería velar tu sueño abrazándome a ti,
desvestirte del miedo,
dejar tu desnudez al descubierto,
y así,
recorrer tu cuerpo enredándome en él,
amándote, entregándome a ti,
pensando que tu eras la almohada,
y yo la suave sábana que te cubría,…
Sólo fueron sueños que extendí
como una alfombra llena de flores,
y en cada pétalo dejé un recuerdo
y a tus pies los puse,
convirtiéndose en versos con una sola raíz
la de mi amor .
Pero tus besos llevaban un rosario de nombres
femeninos
convertidos… en bellos poemas
¡Qué diferentes somos, amor mío!
En mis versos llevo la luz del amor,
la magia y también, por qué no,
un poquito de melancolía
BONITA