Ella.

Ella acunaba mis sueños en sus escritos
pequeña mujer de los ojos sin tiempo
paladar de señora de los tantos mitos
guerrillera de mi alma de tanto silencio.
Ella me dejó la piel ensangrentada
de tanto dolor y desgarro usurero,
créditos punibles de otras miradas
tristeza del cuerpo que hoy ya no quiero!
Ella moldeó la razón de mi vida
objeto que el arte negó por sincera,
parecia decirme sin decir y sabía
que nada es eterno a la luz de una vela.
Ella quitó la farsa de mi osamenta
máscara de solplos que fueron muriendo
y en cada recodo sus labios de menta
partían los míos al primer intento.
Ella se fue un día, y sin aviso,
cerró mis ventanas de amores furtivos...
Ella está dentro de aquellos hechizos
que juegan sin rumbo en mis tantos latidos!