Viéndote en mi pasado, entristece.
Vuelve el fantasma de la soledad
La idea es por verte en libertad,
pero ya bebí de tu amor hasta la ése.
Abrazo la idea de no tener tu calor,
el aroma de tu cuerpo, en mi quedara
el recuerdo, tu compañía en la aurora,
también tu persona lleno de candor.
En el cielo hay infinidad de estrellas,
pero yo quiero una sola, la tuya,
brillará en mí aunque el amor concluya,
siempre será la única y la mas bella.
Tu mirada habla, me dice mil cosas,
Yo pregunto… ¿querrás ser mi esposa?
Autor: Alcibiades Noceda Medina