UNA NIÑA LLAMADA AMORES No.5

Navegue mi mirada silente hacia ella,
para percibir perdón en su figura,
mas no vi claror en sus ojos de estrella
y mi alma sollozó de amargura.
Paulatinamente se cerro su silueta
entre las piernas que traspasaban,
desapareció aun estando quieta
en mis pupilas que la abrazaban.
Donde estas, vocifere con empeño,
a mi ángel guía que bajo del cielo,
no creí que había sido un sueño
todo lo que mi cuerpo hallo consuelo.
Llorando iracundo transite entre la gente,
buscando, sangrando su extravío,
cuanto dispensaría por tener presente
una vez mas en mis mares su navío.
Pensar es una huida, si se toca,
sembrar es una historia, si se siega,
sólo acierta en amor quien se equivoca
y entrega mucho más de lo que entrega.
Tan solo unos segundos han pasado
desde el momento en que partiste,
ya siento gran angustia en mi costado
y no puedo sortear el verme triste.
He de ceder iracundo ante la muerte,
mujer infame en la que vivo pensando,
que mutile mi sufrir estoy esperando,
y la espera en temor se me convierte.
Festeje desmedido al saberte mía,
que entero sacie mi boca sedienta,
ahora no hay minuto que no sienta,
tu ausencia lejana, lenta y sombría.
Decidí iluso desconocerte y no pensarte
y aun así no he alcanzado comprender
cuando queda me decías, vivir es aprender
mas hay que morir para encontrarte.
Sufro mas ahora, en tu cauce sombrío
halando tu virus que en mi piel avanza,
extenuado sigo, fatigando mi esperanza
queriendo descubrir tu oculto desafío.
Tu desdén en mis entrañas llora, respira
y siento el corazón que sediento me mira,
bombeando feroz mi sangre hacia fuera
al saberte en su mazmorra aun prisionera.
Y aun mas! prueba cierta de tu existencia
esta el dolor con que definiste mi suerte,
morir en tu recuerdo y estar vivo sin verte
y en mis sueños muriendo en tu presencia!
Volveré a errar iracundo como siempre,
a llorar en silencio, a disfrazar amor,
imitaré una sonrisa, simularé una caricia
al los seres que no amo y solo por temor.
Eres sangre que corre por mis venas ,
luz límpida de un nuevo amanecer,
me llenaste el alma de miradas tiernas,
y palabras que me hacen estremecer.
Soy llanto en pena buscando ser oído,
lágrima clara que corre como tinta,
rogando entre la gente fiando ser visto
por buscar tu reflejo al levantar mi vista.
Perverso el sendero que me has dejado
donde he palpado tu cuerpo estremecido,
ahora te desvaneces dejando a un lado
mis condenas, mis dolencias y mi olvido.
Ahora que hago en tu forzosa ausencia
cuando mi alma aun no halla consuelo,
será que fuiste alivio en mi presencia
y en realidad acarreabas desconsuelo
Mientras me hallo deseando tu aliento
encadenado a tus ultimas palabras,
te has ido como hoja que lleva el viento
dejando en tu cruzada traidora sombras.
Te has ido como llegaste
ráfaga implacable de emociones
me has dejado incertidumbre,
tristeza y desconsuelo
al franquear por mi vida
tu vertiginoso vuelo,
Me acercaré de nuevo a la tristeza
como a una misteriosa melodía
que le da al corazón su resonancia
de música celestial e infinita,
quizás volveré a sentir
cuando me honres con tu mirada
callada, taciturna y pensativa,
que apagas con tus ojos al mirarme
el sueño de mi vida.
Viniste a mí como si nada,
te acercaste y te anunciaste
con tan leve rumor de alegrías
que mi reposo no turbaste,
y en tu canto milagroso descubrí
en cada una de las frases
que raudamente pronunciaste
la salvación en un instante.
Sobreviniste a mí en tu momento,
sin agitarte, sin titubear
y al mirarnos férreamente
en atracción tan fuerte,
lo olvidamos todo, vida y muerte
que encontré suspensos
en la luz de tu mirar.
En mi vida penetraste
y aun en mi búsqueda te siento
tan cerca de mi propio pensamiento,
hay en tu caritativa posesión
tan recóndita y delgada calma,
que sondeo inocentemente al misterio
en que irrevocablemente me abismo
si casualmente somos dos reflejos
de un ser mismo ó la doble encarnación
de una sola alma.
Ahora tú con tu falta me acarreas,
pero luego yo seré quien te conduzca
a aquella noche estrellada,
iluminada, apacible y bella,
que le prometiste a mi alma trastornada,
en donde audazmente mi pasión
vencerá sin prejuicio al sosiego.
En donde la efusión encadenada
y la serenidad del sabio vuelo
será sin recelo feliz estrella
coronada en una noche amada
y en íntima confesión
le expondrá a mi amada
que es sangre de mi sangre
y cielo de mi cielo.