Eres el primero, divina alegría.
Colmaste mis días de inmensa ilusión.
Llegaste a mi casa con la algarabía
de un tambor, guitarras, y de un saxofón.
Eres el primero, y yo presentía
que te quedarías en cada rincón.
Cuando te abrazaba, !Como te quería!
y tu te incrustabas a mi corazón.
De mis cinco nietos, eres el primero.
el mayor de todos, mi primer querer.
Siempre te cuidaba con celo y esmero.
Aunque era muy joven pude comprender
que sería tu Mimi, por siempre tu alero,
por eso si llueve, sabes que !Te espero!
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!