Ambiguedad

Abdicabas tu amor
soportando en silencio,
no brillaba tu ángel por dentro;
no soñabas como yo.
Luego vino el rencor
y eso no lo concibo;
en demostrarme justo tu olvido
y que tenías ya, a otro amor.
Tal vez tengan razón
los eruditos de amor
que reclaman por su invento,
y que la noción del tiempo
se pierda ante el tormentoso celo.
Tal vez tengan razón
los que no saben de amor
que reclaman descontento,
cuando la noción del tiempo
se pierde ante el tormentoso celo.
Y que sigamos siendo y viendo,
como con entruchadas caricias
robamos nuestro aliento,
para asumir posesión
y cínico endiosamiento.
Y de opacar nuestros besos
por un vulgar descontento;
o por enferma pasión
estrujar otros cuerpos.
Pero seguir seguir siendo y viendo.
Y que viene despues de ésto:
La verdad de mi amor, de tu amor
o el de ellos ?
o la simple esperanza
de crear uno nuevo!
Sin dolor, sin rencor,
sin temor ni desvelos;
y sin dejar de querernos
por que no sabemos.