Hombre jóven, imprudente,
comienza a vivir la vida
con todas sus energías,
con el entusiasmo intacto,
con el ánimo impaciente;
no le hablen de "reflexión",
la fiebre en su corazón
lo impulsa a comerse al mundo
entero de un solo bocado,
beberse la vida ¡toda!
en un sorbo apasionado
y no darse jamás momento
para analizar, con calma,
lo que lleva caminado.
Así, acumula sus errores,
impaciente, irreflexivo,
así, equivoca el camino,
¡sólo sabe que está vivo!
y cree ser dueño del destino,
sin medir la consecuencia
de toda su impertinencia,
de todos sus desatinos.
No hay tiempo para descansos:
la vida llama, incesante,
y él cruza sus anchas puertas
con la conciencia dormida,
con la brújula perdida
y una fuerza electrizante
que lo lanza, imperativa,
a correr siempre adelante.
Hombre viejo y desgastado
por el paso de los años,
el cuerpo debilitado
por tanta vida y excesos
múltiples, en su pasado.
Hombre cauto y silencioso,
un tanto desencantado
de la vida y sus espejos,
con el ánimo cansado
(más prudente y reflexivo)
más sabio y más reposado.
Hombre huérfano de sueños
y con el rostro arrugado
no tanto por lo vivido,
mas, por el tiempo perdido
y ese camino torcido,
estéril, desperdiciado.
Hombre huraño y receloso,
apático y temeroso,
con un poco de amargado.
Ya sabe que sopla el viento
no en la dirección deseada,
sino al lado equivocado.
Ya vive de sus recuerdos
y se olvidó de la prisa,
se le agotó el entusiasmo
y, ahora, ya se da tiempo
de sentir en sus mejillas
el beso fresco y pausado
que le reserva la brisa.
Vuelve atrás con la mirada
y se le llena de suspiros
el pecho, lacio y hundido,
ante su vida pasada.
Entra en su vocabulario
una serie de palabras
impensables en su inicio:
"compasión", "entendimiento",
"comprensión" y "tolerancia",
"añoranza", "escepticismo",
"prudencia", "llanto" y "nostalgia".
Y observa pacientemente
a las nuevas generaciones
con sus burdas ambiciones
y recuerda, y las entiende;
ya no critica, perdona,
y sigue, callado, de frente
porque el final ya se asoma;
vive sin prisa el presente
y cuida más de su persona.-