De entres caudal de estrellas, amo una.
No sé si es espléndida mi razón,
esta en mí y en la vanidad del corazón.
Es espejismo en medio de la duna.
No amo su luz ni su cielo. Amo a ella.
No es astro del firmamento. Es humana,
es lucero, así ella se auto denomina,
es fugazmente traviesa y, muy bella.
Sé que coquetea hasta con meteorito,
pero ella me mata, con un te quiero.
Es consciente que soy un pordiosero.
Su afecto para mi tiene mucho merito.
En los amores siempre fui cauteloso,
ella ganó y, hasta me pone celoso.
que ese amor que veza en tus venas sea eterna. muy boita, se nota que esta escrita con el corazón. saludos