Había tenido la ilusión de poder ir al cielo
contigo,
de reclamar las ilusiones que había sembrado en el
camino,
de poder andar en el largo camino de la
vida,
y convertirte en mi bastón;
quisiera reclamar, y no tengo donde,
quisiera levantar mi voz de protesta,
no fué por lo que te quize,
sino porque no te he podido olvidar.
No existe otra que pueda asumir
la lectura de lo que me propongo,
me preocupa que puedas convertirte en otra,
mujer,
sabes que te necesito,
que mi existir es algo
más
que una exigencia del destino,
y el reclamo por una ilusion.