Abre los 0jos, ya es la hora...

Abre los ojos, ya es la hora
que me busques en los lindes
de tu diáfano y flamante espejo.
Allí para ti estaré desnuda
desde la piel hasta los huesos.
Mírame detenidamente...
Como se mira a través del silencio
que quiero que veas en mi alma
el amor que llevo por dentro.
Podrán tu pecho y mi pecho
rozarse levemente un momento
y cabalgarás como nunca lo soñaste
sobre los poros de mi piel de invierno.
Será tu voz terrestre,el quejido más dulce
como si fuese un lamento. -Fusionados-
Por ese ¡ay! cual dos mares enhiestos.
En un arco iris de endiosados dedos.
Tactilmente juguemos-a enredarmos-
encendiendo hasta el prohibido fuego
donde la piel se vuelva una sola
entre suspiros y te quieros.
Y te juro solemnemente que
siempre guardaré el secreto,
de tu sudor agridulce y el mío
entrelazados en un mismo evento
como si fueramos un mismo cuerpo.