Libando en ti linda flor

Linfalida soy al extremo del otoño,
mariposa que aletea buscando la flor
sencilla que de alimento a mi vida.
Con esfuerzo voy volando entre las
rachas de viento, tratando de poder ver
la silvestre flor del Aster,
que calme mi ardiente sed.
Soy viejo cual mariposa muy al final
de la vida, y busco la flor sencilla de
color violeta claro, por ver si estando a su lado
de mi la flor se enamora, y me da a probar su
néctar, de color casi rosado.
Vuelo pensando en hallarla,
sueño con poder posarme en sus
hojas y en su tallo, y llegar hasta la
flor y con extremo cuidado, libar de
su dulce néctar, hasta quedar extasiado.
En mi renqueante viaje, agitado por el
aire, casi abatido por el. Recuerdo
hoy con gran nostalgia, con gran pena y con
gran rabia, el día triste y alegre en
que a la flor yo encontré.
Trate de acercarme a ella, contento hacia
ella volé, pero para mi desdicha su cáliz era
violado por el colibrí azulado que
hendía en ella su pico, sorbiendo de su interior
el más puro néctar blanco, que jamas tuvo una flor.
Apesadumbrado, herido, abatido, llorando
me retire y al alejarme de ella me volví
para mirarla, y al verme llorar me dijo...
por que lloras mariposa, por que estas triste,
por mi....
Estoy triste por que te amo, lloro por que no
eres feliz, dejando sorber de ti por ese pico
tan fuerte, el tesoro que pensaba solo fuera para mí.
Pero yo que puedo hacer, también dijiste
llorando, no puedo decir que no a quien por dueño me han dado.
Yo creí en tu libertad le dije a la linda
flor, y soñaba que podrías encerrar bajo tus
hojas, ese néctar puro y limpio, y solo lo
Entregarías haciéndolo por amor.
No soy fuerte como ves, me dijo la flor del Aster,
y aunque cerrase mi cáliz, que es lo que podría hacer
ante ese pico violento que viene de mí a beber.
La naturaleza entera le daría la razón,
por que el me encontró primero, y tan solo
puedo ser alimento para el.
Pero escucha mariposa, regresa al atardecer
y de mi podrás tener las caricias de mis pétalos
el aroma de mis besos, y libar de mi interior,
el más exquisito néctar que guardo dentro de mí,
que es mi propio corazón.
Me pase el día llorando, por la impotencia y dolor
pero nada pude hacer. Sabia que aquella flor,
tan solo me amaba a mí, pero el miedo ante la fuerza
de aquel pico poderoso, y el temor a que su rabia
pudiera romper su vida, la hacían abrir sus pétalos, para que no fuera herida.
Al fin declinó la tarde, al fin el sol se oculto,
y casi al anochecer, me acerque sin hacer ruido
hacia aquella hermosa flor.
Te quiero lindo amor mío, te llevo dentro
de mi con tanto anhelo mi vida, que pensé morir
de pena cuando vi que esta mañana, por otro eras rendida.
No te apenes mariposa me respondió también triste
que al fin solo tú tendrás el amor y la pasión,
la ternura y el deseo que late dentro de mí
en el fondo de mi pecho.
La bese pétalo a pétalo, la acaricie con cuidado
por temor a que mi abrazo pudiera hacerle algún
daño.
Me respondió con ternura, me acerco hacia su regazo
y me hizo enmudecer al besarme con sus labios.
Poco a poco entre caricias, le entregue mí
corazón, y ella abriendo su corola, me llevo hacia su interior.
Mecido en sus suaves pétalos me susurro con
calor. Amor de mi vida entera, amor de mi gran pasión,
liba dentro de...el néctar y siente y hazme sentir,
que al fin yo soy toda tuya.
Cuando mi sed se sació y ella estremecíose
entera , la miré hacia el interior, a través de sus pupilas,
y en el fondo de su pecho grabado con sangre y lágrimas,
pude leer una frase.
Eres dueño de mi vida, eres dueño de mi ser,
eres mi único amor...eres dueño de mi alma.
La mía a ti pertenece desde el día en que te
vi, y si mil vidas tuviera, todas mi amor,
todas ellas...las daría por un beso,
de esos suaves labios tuyos para que absorban de mi,
y llegue hasta tu interior, el sentimiento mas grande
que junto a la vida mía,.. a ti te entrego... mi
amor.
JGL