No quiero estar tan sola
durmiendo en nuestra cama,
teniéndote a mi lado
y que nunca pase nada,
quiero sentir de nuevo
tu cabeza en mi almohada,
tus manos en mi cuerpo,
tu aliento aquí, en mi cara.
Quiero ésa sensación
de tu cuerpo en el mío,
susurrate mil cosas
muy quedito al oído,
después, con un suspiro
poder tocar el cielo,
juntos, al mismo tiempo
respondiendo al deseo.
Y gozar cada noche
lo que se había olvidado,
con movimientos lentos
y quejiditos sueves,
vivirlo con derroche,
verás que practicando
el calor nos envuelve
qué? acaso no lo sabes?