En mis sueños siempre estás,
tu imagen ya es permanente,
te llevo a fuego grabada
en mi alma y en mi mente
y no te borraré jamás.
Ahora mi aspiración,
mi ilusión más recurrente
es tenerte aquí, presente,
y escuchar tu corazón
a mi lado, diariamente.
Que no hay mayor bendición
que poder vivir la vida
en íntima comunión
con tu presencia querida;
¡dos almas y un corazón!
En mis sueños siempre estás,
en mis venas, en mi aliento
y mi amor siempre tendrás
calentándote por dentro;
ya eres de mi vida el centro,
mi espiritual alimento,
vida mía: ¿quieres más?-
Eduardo Ritter Bonilla.
7 de Julio del 2009.