Pasa y fluye como un río

Pasa y fluye como un río
el hilo de nuestras vidas.
Las idas y venidas del tiempo,
solo nos dejaron amor,
nunca heridas.
Y como siempre las despedidas
eran duras,
iluminamos con alegrias,
la penumbra que oscurecía
nuestro caminar.
Pero llego el día en que afligidos,
nos sumimos en el riguroso caos
del adios y la melancolía.
Todo lo que antes era felicidad,
dicha y armonía,
se fue volando al invierno
de las heladerías.
A la cumbre acerada y triste
del montón de los olvidos.