En los brazos de otro

Sigo la ribera del Ebro preso de tan enamorado, que el ruiseñor me ha anunciado tu inmaculo paso, mientras vigilaba su nido de amor y ramas labrado. tu canto luciente persigo y cuanto mas ando menos te veo y mas amarga se hace la ausencia que te separa de mi lado. Que amargo el rio que vio tu paso y no sabe contarmelo. Sufren sauces, zozobran alamos viendo mi pesaroso desanimo. Y cuando llego al punto sin posible retorno continuo porque tu amor es mi unico alimento, atrás todo es oscuro, un enorme pozo. Lo dejo todo menos la esperanza en la encrucijada del camino y al fin lloro perdido de haberte encontrado en los brazos de otro.