Cuando duermes conmigo.

Cuando duermes a mi lado
la transparencia sutil de tus encajes
me sobran en instantes para desearte
con el goce intelecto de una noche pasajera.
Velas mis sueños y me atrapas entre candados
incorpóreos, lúcidos y tan permeables
como la vida misma.
Recorres mis propias experiencias
y en ellas, la calma irreversible de una
madrugada de oprobios y húmedas derivaciones.
Cuando duermes conmigo, es tu alma la
sola transparencia de una necedad sin
hipocresías ni tormentos.
Cuando duermes conmigo, amor,
sueltas tus dibujos en mi cuerpo cual
una estridente partitura de un opus
inquieto y versátil
Y el despertar, el grito sagrado de la mañana
se transforma en la más maravillosa
pasión que has despertado en esta eternidad
de ocurrencias.