Era tarde gris de invierno,
árboles y pájaros que volaban,
la bruma nos envolvía
yo, pensativa caminaba.
Seguí por aquel camino
perdida entre la niebla,
con mi pensamiento en ti,
qué amarga es tu ausencia.
Deseo llegar hasta ti
y decirte que te quiero,
amor mío te marchaste
¡anhelo tantos tus besos!
Los pajaritos cantaban
volaban sobre mi cabeza,
engalanaban la tarde
parecía primavera.
En el silencio del lugar
los versos rebrotaban
en mi corazón ardiente,
extasiada de amor te deseaba.
Y yo seguía buscando,
llegó la noche en tinieblas,
en un rayito de luz
yo vi brillar una estrella.
La estrella eran tus ojos
que venías hacia mí,
me abrazaste con amor
me hiciste muy feliz.
Autor
Rosario Ayllón
Poetisa del Amor
Derechos Reservados