Me moriré diciéndote te quiero.

Te he dicho, Jesús Mío, que te quiero
Una y mil veces ya
Y otras mil veces más,
Mientras siga viviendo,
Voy a seguir diciéndotelo,
Sin cesar., sin cesar,
Como una Letanía interminable
Y sin final.
Para mi Amor, Jesús, nunca habrá nunca.
Sólo habrá un permanente todavía,
Durando lo que dure,
Mi propia Vida.
Y éstas serán mis Últimas Palabras,
El día que me vaya:
“Te he querido y te quiero,
Jesús, con toda mi Alma
Y a entregártela vengo.
Jesús, recíbela,
Que es todo que tengo.
Y todo lo que tengo
Te lo quiero dar”.