Encendiendo la magia del amor.

Te encontré sin buscarte
y tú, me mirabas entre ojos
Yo fingía que no te veía
pero mi postura de galán
me exigía a conquistarte
¡Fue entonces ahí, en aquel bazar!
te mostré mi arte, mi obra y mi poesía
¿Quién eres tú y de dónde has venido, me preguntaste?
y tan solo te respondí, soy un ángel del cielo
que baja cada año a cumplir un deseo
mandato en que mi Dios, te ha elegido
para quitarte esa tristeza y llenarte de alegría.
Fue entonces que vi salir de tus ojos la aurora
y en tus labios, la brisa matutina de primavera
dispersaste todo tú encanto, ruborizándome el rostro
me extendiste la mano y yo sujete la tuya
y juntos fuimos creando caminos
encendiendo la magia del amor.