Sentirse triste, por falta de palabras,
que nunca llegaron a penetrar mi calma,
y mientras yo, que con el viento te las mandaba,
retornaban al son de quién pensé que ahí estaba.
Si mis lágrimas son reflejo de mi alma,
y mi corazón espejo de mis sonrisas enredadas,
hoy, ondean las aguas saladas sobre la arena
y a trizas se bordean mis labios de princesa.
Creer los sueños que brillan sobre ascuas,
dejar acariciar por un momento la gloria tomada,
volar sobre la bravura de una noche pasada,
todo ello, se perdió, con el viento de la nada.
Quizás no fuera yo,serían otras quién te miraran
nunca lo sabré,pués me fuí tras la luna atrapada
olvidando tras de mí, una felicidad casi extraña,
dejando una pequeña huella, de amor y encrucijada