En un día celeste, relucientes de victorias
incline mis labios y besé tu franca frente,
cuando vi de repente en ella nada ilusoria
en ella reflejas libertad real diferente.
Abracé tu cuerpo como antes en el rocío,
lágrimas gozosos, tus ojos humedecieron
tierno e inocente, amor desde tiempo ansío
intimo deseo mis alma y corazón sintieron.
Anhelos, empeños, en nosotros fue creciendo,
florecieron en el tiempo y en presente pensamiento,
fue dando pasos, hasta permanecer floreciendo.
Recuerdo aquéllos días y hoy es acontecimiento.
Este momento tan hermoso soñaba desde año,
se hizo en nosotros en evolución afectiva
y nos elevan las sonrisas en tiempo antaño,
cada palabra es agradable en amar constructiva .
Hoy es poesía ésta pasión como suponía
amándose ocurre cosa hermosa como ésta,
tu angelical llega a mis oídos cual melodía
es la gracia natura para ti, por Dios impuesta.
Un grupo de ilusiones nos preparan el sendero
tu corazón pensante se unió al destino mió,
mi corazón es clavel sobre tu pecho sincero.
Niña, estamos en la senda del bien sin desvarío.
Autor: Alcibíades Noceda Medina