Ayer se me ocurrió escribir tu nombre,
el fino nombre de este amor tan mío,
y decidí escribirlo con tus labios,
para tener por siempre tu recuerdo.
Y es que este gran dilema en que vivimos,
me impide meditar en otra cosa,
y así transcurren noches y desvelos,
tratando de saber si tu me quieres.
Lo intento descubrir en tu mirada,
cuando me miras tan atentamente,
pero es en vano, pues te ocultas tanto,
que nunca puedo descifrarte así.
Si acaso palpo tu mano con la mía,
no siento ni un temblor, ni un desvarío,
y sin embargo se que en tus entrañas,
estás temblando toda si te toco.
Y yo también estoy temblando todo,
cuando mi olfato rozas con tu esencia,
cuando tu pelo tengo entre mis manos,
o cuando escucho tu voz y su cantar.
Así, que, ya no sufras reina mía,
que pronto voy a estar entre tus brazos,
porque quizá ya solamente vivo,
para quererte tanto, fiel Natalia Alberto Madariaga (1999)