Quizás si reposaras, se inclinaras,
Las ramas en sus vientos ocultos,
Elegía tu las flores el tiempo se aleja.
Te invito a que escuche este eco,
Que llagan con las notas ebrias,
El tiempo es arcilla y el amor barro.
Volverse trueno, agua. Un objeto vivo.
¿Y cuando las distancias?
¿Estén vacías hasta la sombras?
Con los ojos que cubran los puntos cardinales,
Llenarlo con fantasmas sacado de los rostros,
Y las miles de cadenas que abran, no atadas.
Que cuiden el sueño los inmortales,
Y de la memoria los árboles,
Y cuando tu mundo te sea favorable,
Te podrás recrear en mis ojos.
Para duplicar las miradas,
Veras diez veces lo mucho te quiero,
Solo tu cera única, sí única.
Y cuando no tenga más amigo que las piedras,
Gritaré, yo soy tu parte de lo amado.
Y mandaré mis canciones al cielo.
Tinta es el mundo en mi camino,
Y por cada estremecimiento un verso.
Copyright © 2010 Ramiro Álvarez Cedeño.