ERES AQUELLA POR SIEMPRE

Te mire en la noche.
Mire como tu imagen encendía al crepúsculo
Que sombreaba en tus mejillas como un atardecer desnudo.
Tú eres la misma
Aquella por la que detuvo dios al tiempo, para contemplarte
Te ausentaste un instante
Y lloro entonces tanto el cielo que cristalizo el aire.
Quien ha de atraparte en una mirada
Tú que eres tan libre como un sueño,
Tan cálida como una mañana, de esas que arrastran soles a tu insaciable alma en silencio.
Eres tan inexplicable entonces
Como si la nieve brotara fuego.
Déjame admirarte a ti
Aquella que ha juntado el mar al cielo,
Aquella que su alegría ha marchitado en ternura,
Aquella de carisma fresca y pura
Y piel de terciopelo.
Piel de pétalos, adornados por sol resplandeciente
Hermosas niña, tu eres como el agua, frágil y transparente
Eres aquella, que dibujan los ojos inconscientemente
Porque es tanta tu belleza que no nos cabe al verte
Eres aquella.
Aquella que admirare hasta el día mi muerte.
AUTOR: Onasis N