Amado Don Quijote:
Necesitamos Locos.
Muchos Locos.
¡Quedamos ya tan pocos!.
Y los pocos que somos
Aún no nos hemos vuelto
Locos del todo,
Pues seguimos teniendo
Mucho de Cuerdos.
Poco de Locos.
Amado Don Quijote:
No te vayas del todo,
Quédate con Nosotros.
Inflámanos por dentro.
Fuego en el Corazón
Ya no llevamos.
Sólo llevamos Hielo.
Amado Don Quijote:
Aún nos ofende que nos llamen Locos,
Pese a estar viendo ya que la Locura
El Loco más glorioso hizo de ti
Y lo haría igualmente de nosotros.
Amado Don Quijote:
Hemos perdido el Norte
Y vamos, como Ciegos,
No sabemos a dónde,
Porque vamos vacíos de Valores
Que a la Gloria nos guíen por derecho
Como a ti te guiaron
Para asombro de Héroes y de Santos.
Amado Don Quijote:
Tu limpio y claro Amor a Dulcinea,
Tu caminar y pelear sin tregua
Por hacer realidad el Ideal
Que enloquecer le hizo a tu Cabeza,
Cuando moriste Tú , murió Contigo,
Y no ha vuelto a La Tierra.
Y esperando seguimos, desde entonces,
Esperando seguimos a que vuelvas,
Para que en ella plantes y florezca
Tu Locura, de nuevo, entre los Hombres,
Que hoy sólo en el Placer y en el Dinero
Piensan y sueñan.
Amado Don Quijote:
Desde que Tú te fuiste de Esta Tierra
Todos los malandrines y follones
Campan de nuevo y sin temor por Ella
Como si el Mundo no fuera de todos
Y sólo a ellos les perteneciera.
Mas permanecen vivos y acuciantes
En los Hombres de Buena Voluntad,
Los Ideales por los que luchaste
Y que hicieron de ti un segundo Cristo
Que a este Mundo volvió
Y al que de nuevo el Mundo
Tampoco recibió,
Confirmando ante todos
Que siempre fue lo mismo
El amar con locura
Que enloquecer de Amor.