Apaga la luz, quiero ver tu silueta,
arropada tras el resplandor de las velas;
mientras te desnudas.
No tengas miedo al mostrarte,
así, natural, sin premura, sin máscaras.
Solos tú y yo.
Deja que mis manos te reconozcan,
dibujen tu cuerpo, esculpan tu imagen.
Sólo déjame amarte.
Entrégame tu alma en un beso,
y tu vida en una caricia; tu corazón
en entrega sin medida
Dejemos atrás los prejuicios;
abramos nuestras alas al deseo,
nuestros sentidos a la pasión.
Pudor. ¡Qué es el pudor…!
Si al despuntar el alba en hilos de plata,
nos entregamos, vivimos.
¡Qué es el pudor…! Sólo una palabra.
Una limitante del vivir, del renacer
y del morir entre tus brazos.
Rompamos juntos las barreras…
Entrégate a mí; yo me entrego a ti.
Seamos dos en uno mismo.