Yo, que no encuentro palabras
suficientemente hermosas
para expresar claramente
lo que hay en mi corazón.
Yo, que soy hombre sencillo,
no afecto a formalidades,
quiero decir mis verdades
sobre ti, en esta ocasión.
Pero yo no sé expresarme
de un modo apropiado y bello
y, en este día, es por ello
que, con mil dificultades,
describo tus cualidades
y mi fiel adoración.
Yo no soy "hombre de letras",
muy instruido y refinado,
pero estoy enamorado
de ti y de tu fino encanto
y, como ya te quiero tanto,
deseo escribirlo, inspirado,
como lo hacen los poetas.
Que, al fin, no son las palabras
las que forman un poema,
sino aquellos sentimientos
que se llevan muy adentro
y que se dicen como un lema.
No es la métrica o la rima,
o un rebuscado lenguaje,
el que describe lo que siento:
es mi propio sentimiento;
lo demás es sólo un "traje",
un literario ropaje
que envuelve a mi pensamiento.
Decir "te quiero" es muy simple,
pero es una gran verdad,
lo digo sin vanidad
y tu sabes que es muy cierto:
mi corazón está abierto
a ti, con sinceridad.
Con palabras muy gastadas,
muy vistas ya, muy usadas,
te digo lo que no encuentro
otra forma de expresar.
Que no te voy a olvidar
por mucho que pase el tiempo,
que estás en mi pensamiento
en todo lugar y momento,
como virgen en su altar.
Y que no te podría amar
más de lo que ya te quiero,
que sin tu amor, yo me muero,
que no existe otro lugar
más cálido y duradero,
más sólido y verdadero,
más bello, que nuestro hogar.-