Yo sé que mirarás
a través de mis desechos,
pluma embarrada
de sangre nauseabunda,
y en cada rincón
me hablarás de tratos hechos
cual la mistica reunión
de las tristezas que me inundan,
tal vez, la sujeción
de debates mal habidos,
procuren esturbiar
la fina transparencia,
quizás el místico dolor
me funda en sus olvidos
como meta tangencial
a todas mis ausencias,
pero es el hábito oscuro
de vanas transferecias
la piedad de un Dios
que urge en mis entregas,
y de pronto mirarás
y tal vez esas urgencias,
sean los espejos
que acampan y me dejan!