El día que te vayas será mi perdición,
y comenzará mi torturante agonía,
el día que te vayas será mi maldición,
comenzará el fin que mi alma prevenía.
Ya no podría ser un ser humano completo,
me faltaría el optimismo y la actitud,
me faltaría de esta vida el dulce reto,
que con la mirada me brindarías tú.
Sería inútil observar las estrellas,
pues serían basura sobre el mar,
sería inútil encontrar a otra doncella,
que me ame como tú me solías amar.
De nada serviría ingerir alimentos,
y sería ilógico pensar en respirar,
de nada serviría vivir este lamento,
que vivo desde que me dejaste de mirar.
Sería lógico que volvieras con mi vida,
sería lógico que detuvieras este agudo dolor,
sería ilógico que tú no sanaras esta herida,
sería ilógico que no me devolvieras tu amor.
Regresa ya, no sigas alargando mi tortura,
regresa ya, y trae a mi vida la hermosa calma,
regresa ya, para que se destruyan mis ataduras,
regresa a mí, para que hagas feliz a mi alma.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
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