Eres ceniza que lleva el viento,
que vuela por la ensenada,
corriendo por caminos
y llegando a la montaña.
Vas y vienes,
cansado de revolotear
por el aire que te mueve.
Algún día el viento calmará,
debajo de un gran árbol te posaras
y cuando vuelva el viento a soplar,
ya no podrás el vuelo alzar,
te habrás mezclado con la tierra,
y a las raíces del árbol ligado estarás.
Cuando llegue la primavera,
a la sombra del árbol, vendré a mirar
para ver las nuevas hojas,
que con tu sabia, brotarán.
Y allí mismo, cuando el sol
no pueda soportar,
vendré a tu cobijo,
para refrescarme en tu mirar,
y pensar en tiempo felices,
que ya nunca volverá.
Elda sin comentario, extenso porque estoy anonadado de tus lindos versos Un diez para tu dos poesías mi saludo. Que dios te bendiga. Ramiro Álvarez