Eres eternamente

En mis días y en mis noches, siempre estás presente, como un susurro en el viento, suave y envolvente. No hay tiempo que borre lo que mi alma siente, porque en cada rincón de mi ser, eres la luz latente. Te extraño como al sol en un invierno sin final, como al canto de los pájaros en un cielo otoñal. Tu ausencia es un eco en mi pecho, un golpe fatal, pero tu recuerdo es mi refugio, mi razón de soñar. Eres la más hermosa creación, la joya del destino, cada mirada tuya, un verso divino. Te adoro sin medida, como al sol y al camino, porque en ti encuentro el amor más puro y genuino.