Eres el postre más rico,
mi realidad, mi delicia,
eres mi ardiente delirio,
y me entrego a tus caricias
tan sensual y tan humana,
tan fogosa enamorada,
tan amante y tan amada.
Eres el postre que quiero,
y yo tu fruta perfecta,
la que nos da en el deseo,
el amarnos sin reservas.
Amor, ya no sé cómo decirlo,
eres vino que me embriaga,
helado que en mí se derrite,
eres la fruta soñada,
y yo tu amante sin límites.
Eres el postre sabroso,
que mi paladar necesita,
eres mi vida y mi todo,
y soy bien correspondida,
porque los dos somos postre,
uno al otro al devorarnos,
no habiendo nada que importe,
somos dos enamorados,
que en el momento de amarnos,
olvidamos, todo... todo.
Eres mi postre, mi vino,
mi comida preferida,
el desayuno tan tierno,
que siempre a mi piel adivina.
El almuerzo y la merienda,
la pausa en cada cena,
la tempestad y la calma,
todo en ti se concentra.
Eres el postre perfecto,
que hoy de mí, se alimenta.
Elsa Fariña
20/02/04
Me conmovió, en principio que lo hagas público, no me la esperaba, preo en realidad no me importa, es como te dijo alguien en un comentario, que lo dejes respirar, o sea, que me dejes respirar negra!!!, a veces discutimos por ese tema y viste que tengo razón....estoy quedando piel y hueso!!!! me fascinó el poema y me hizo poner un poco colorado.