Eres lo que necesito, eres pan, eres vino y hasta el postrecito.
Calmas mi ansiedad, mi hambre de verdad, eres mi loquera, loquera prisionera.
Me tienes en tu palma solo con tu cama y yo amo estar loco, loco pero en calma.
Mi cuerpo, ese que no es anticuerpo, mi cristo, ese que no es anticristo y mi verso ese que no es perverso, se muere en lo terso de tu piel.
Ahora con hambre, escribo un alambre, no de púas, no con ganzúas, solo con el afán -si mi adán aparece- de comerte a través de tu piel.
DRQCO
Quien eres en realidad