Eres un sol en mi ventana,
que penetra cada mañana,
iluminando mi cara.
Eres como el sol de la tarde,
que se aleja en las montañas:
como huyèndole a la vida.
Eres como gaviota sin nido,
que encuentro en los muelles,
rebuscando la comida.
Eres como gràcil mariposa
revoloteando en mi ventana,
eres como la brisa matutina
que observo a travès de mi ventana;
calmando la sed de las plantas.
Eres brisa fresca que refesca
mi piel.
Eres brisa càlida, que me abriga
en noches de invierno.
eres tantas cosas divinas,
que no se definir.