Guardemos en nuestros ojos

La mirada inquieta y traviesa
del niño, que soporta y enseña
una postura descuidada,casi honesta
llenita de dolor a cuesta.
Ese transitar entre el bullicio y la gente
asomando en la vida de todos
va dejando en la consciencia
realidades insopechadas
de desamparo e indolencia.
¡Guardemos en nuestros ojos!
esas escenas insospechadas
no se puede vivir disimulando todo
aunque nos causen dolor y pena.
Dolor por los niños de otros
los desconocidos; pero son niños
ajenos de protecciòn y con carencias.
¡Guardemos en nuestros ojos!
el gesto,en cercanìa y entrega
ese acto indulgente
ante los errores cometidos.
Y sostengamos en el tiempo
la sonrisa del niño que encontremos
esa magia del que sabe agradecer
el gesto del que nunca a visto.